Este viaje trata de recorrer el GR5 francés, una travesía clásica a lo largo del arco occidental de los Alpes. Entre 700 y 800 kilómetros, según opciones.

Algo más que subir picos

¿Es posible pasarse un mes en los Alpes y no subir ningún pico? Pues todo dependerá de cómo vaya de tiempo y si paso cerca de alguno que no requiera cuerda pero el propósito del viaje es, precisamente, eso: el viaje, entendido como ese recorrido de A a B, sin vuelta atrás, sin dejar nada atrás; y sé que puedo perfectamente pasar de largo a todos mis amigos picudos y limitarme a saludarles desde los collados. Subiré alto pero no hasta lo más alto.

Logística

Se puede hacer tan sencilla o tan compleja como se quiera. Costumbre, gusto personal y circunstancias me lo dejan claro: habrá que hacerlo sencillo.

El desglose es rápido: volar a Ginebra. Tren o autobús a Thonon-les-bains. Caminar. Caminar. Caminar… si todo va bien, llegar al Mediterráneo en Menton. Tren o autobús a Marsella. Volar a casa.

Niza es el puerto de vuelta obvio pero horarios malos y precios prohibitivos me han hecho elegir Marsella en su lugar. Acabar el sendero en Menton y no en la propia Niza es independiente de lo anterior pero todo el mundo parece estar de acuerdo en una cosa: la rama 52, que acaba en la mencionada Menton, es un final con estilo.

La densidad de habitación y de infraestructuras de transporte hacen las opciones infinitas en el sistema de senderos GR 5. Casi estoy aliviado de que casi todo se reduzca a caminar, caminar, caminar…

Mirando para otro lado

Mirar para otro lado, es lo que me temo que tendré que hacer demasiadas veces si quiero mantener el viaje lo más próximo posible a donde quiero tenerlo; tendré que decir muchos «no» a muchos servicios y civilizaciones varias y sé que puede costar pero lo tomaré como el peaje que la modernidad y el progreso me obligan a pagar por recorrer los Alpes en el siglo XXI. No sé hasta que punto procede entrecomillar lo de la «modernidad» y el «progreso»… en fin… supongo que lo peor sería tener expectativas erróneas; a lo mejor, al final, no es para tanto.

En cualquier caso, jugaré a ser autónomo allí donde no hace falta. Qué le vamos a hacer, a mí me gusta así. Cruzaré carreteras y pueblos para volver a subir y pernoctar en las montañas. Dejaré atrás el olor a comida «de verdad» y subiré otra vez para acabar calentando un poco de agua y re-hidratar unos puñados de pasta. Al menos, simplificaré la logística y no tendré que ir buscando la panadería en cada pueblo. Aunque la panadería, precisamente, es lo que menos hace falta buscar en Francia (¡siempre está ahí!) y seguro que es objeto de alguna indulgencia.

El plan, a grosso modo, será el habitual, 3 grandes reaprovisionamientos, uno por semana, aunque el viaje se irá haciendo a sí mismo y esto puede ver ajustes sobre la marcha. Acostumbrado a no tener muchas opciones, me encuentro abrumado por la oferta; tanto que ni siquiera he pensado aún dónde pararé. Si ya digo que 2009 ha sido un año muy denso…

Sentido de marcha

No hay mucha duda: norte a sur. El concepto de cruzar montañas hasta llegar al mar es tan potente que ni se me ocurre pensar en hacerlo al revés. Llegar al Mediterráneo será un punto final perfecto.

Temporada

La ventana para el GR 5 en su travesía alpina es la típica de todo sendero de altitud en las latitudes medias: el verano; julio, agosto y septiembre, con las salvedades típicas de hacerla algo más larga en uno u otro extremo si uno está dispuesto a pisar algo de nieve primavera o a arriesgar un poco con la llegada del invierno.

Sigo apegado a la opción medio-tardía; ofrece un buen compromiso entre horas de luz, condiciones estables y temperaturas. No sé si los mosquitos son un problema en los Alpes pero, de serlo, ocurrirá en junio/julio. Sí me afectarán las tormentas pero éstas, al menos, son más o menos previsibles. Al viajar de norte a sur, compensaré el avance de la estación con el mío y espero llegar al mediterráneo cuando ya no haga tanto calor.

Material

Moratoria de nuevas grandes incorporaciones; tengo ya demasiadas cosas y no encuentro que las que surgen en el mercado aporten gran cosa nueva y las novedades son piezas menores: hay una nueva prenda impermeable para el torso, nueva camiseta, nuevas zapatillas y nueva versión de un pequeño clásico personal, la falda impermeable. El resto de comentarios serán un breve resumen sobre material ya conocido y comentado ad náuseam de cara a 2008, 2007, 2006, 2005… Si tienes interés, puedes ver la lista completa de material.

Top impermeable

TNF Triumph Anorak

TNF lleva muy mala prensa de fabricante masivo más interesado en vender cosas caras a urbanitas con dinero que cosas de calidad a montañeros pero aún hacen buen material. Concretamente, este anorak aporta algo nuevo y es casi único en el mercado; digo «casi» porque nunca se sabe y, obviamente, no conozco el mercado entero.

Triumph Anorak. Tengo ganas de ver qué tal funciona

El Triumph está diseñado y construido para ser lo más ligero posible. Esa era la premisa y se nota. ¡Hay pocas piezas de material en el mercado construidas con ese punto de partida! y sólo por eso me parece muy loable la iniciativa de TNF por comercializar un producto que atiende a un nicho de mercado reducido. Eso sí, no ha debido durar mucho la prenda en el catálogo, me temo.

El Triumph Anorak es un pulóver minimalista: está construido de dos únicas piezas textiles, con lo que se minimizan las costuras necesarias. No tiene nada extra. El nylon de base es muy liviano pero tiene pinta sólida y la construcción es en 2 capas, con la membrana a la vista en el interior de la prenda. Es así como consigue pesar sólo 160 gr. (en talla M), con lo que se acerca muchísimo a las chaquetas de Propore pero con un mejor diseño y un producto final menos frágil, a pesar de lo fino de los materiales utilizados. Tiene un bolsillo que, personalmente, me sobra y que podría haber ahorrado unos 10 gr. más pero es lo que hay. El ajuste de las mangas es un simple elástico, no mi método favorito pero, sin duda, el más ligero. Personalmente, prefiero algo más adaptable como un velcro o, en su defecto, un elástico con tanca. Es, precisamente, eso (elástico + tanca) lo que emplea en capucha y cintura, puntos de ajuste importantes donde me alegro de tener opciones. La capucha es muy simple pero bien diseñada, con una visera rígida. En general, la prenda me parece muy bien diseñada, simple pero efectiva, aunque aún la he usado poco para dar un juicio bien formado.

Es perfectamente impermeable y la transpirabilidad, por lo probado hasta ahora, tiene la limitación de toda membrana de poliuretano aunque es de esperar que, con la prenda aún casi nueva, funcione aceptablemente. Es cuestión de expectativas, en todo caso… no espero gran cosa de las membranas. A ésta le han llamado Hyvent DT pero pasa por ser una más de tantas membranas de PU (poliuretano) con nombre pintón y capacidad más bien limitada de evacuación de la humedad.

El top impermeable es esa prenda que cargas esperando no tener que usarla pero que, al final, siempre hace falta; especialmente, en un viaje largo. Aún así, se va a pasar en la mochila la mayor parte del tiempo, con lo que es fundamental que sea una prenda ligera pero, claro, debe también funcionar cuando se la necesite. Lo primero, lo cumple; veremos lo segundo.

Zapatillas

Inov8 Terroc 330

Nunca entenderé la nomenclatura de Inov8, consiguen que no consiga acordarme de quién es quién en su catálogo, aunque lo intente. Lo que sí entiendo es que las Terroc 330 son las zapatillas más ligeras que he tenido (¡660 gr el par!) y que suponen un paso más (valga la expresión) en dejar que el pie sea pie. Aunque mis pies no terminaban de gustarles del todo a las Terroc y me hicieron algo de daño durante un tiempo (sorprendentemente… lo último que podría esperar de un calzado tan liviano) pero, con el uso, ya se han hecho amigos y todo va bien. Si pasan la prueba de la larga distancia, no será mi último par.

Inov8 Terroc 330

Camiseta

Patagonia Capilene 2

Patagonia no es una marca muy habitual en nuestro entorno. Sus tejidos Capilene son un clásico que no había tenido ocasión de probar y el número 2 me ha resultado muy cómodo; tanto que relego a mis queridas Millet, que tanto me gustan, por primera vez en bastantes años. El formato es el habitual: cuello vuelto, cremallera en el pecho, manga larga y color claro. El Capilene 2 está hecho de simple poliéster, nada nuevo bajo el sol, pero es muy ligero, tiene un tacto muy agradable y una forma perfecta de amoldarse al torso dejando la holgura justa para asegurar comodidad. Me gusta.

Acampada

En los Alpes, espero algo similar a lo visto en Pirineos: acampar muy arribota; habitualmente, en sitios expuestos. En Pirineos, salí adelante con un toldo grandote pero recuerdo cierta sensación de desamparo cuando el tiempo se ponía enfadado y estaba en una zona alta y sin abrigos… sensación que estaba, mayormente, en mi cabeza porque, luego, la cosa funcionaba. En 2009, vuelvo a plantearme la conveniencia de un toldo y es lo que probablemente acabe llevando. La idea original, un pequeño reto en sí misma y que tanto me atraía, era repetir la experiencia de 2008 e irme a los Alpes con un sistema de acampada auto-producido basado en el Siltoldo pero este año no quería llevar el Poncho-Porche así que todo pasaba por construir un nuevo avance ex-profeso para cerrar la pirámide. El diseño (simple, como siempre) está listo pero, por desgracia, no he tenido tiempo de fabricarlo así que no me queda más remedio que dejar el experimento y el reto asociado para otra vez. En su lugar, viajaré con un viejo amigo: en el GR 5, repetiré el equipo de la Alta Ruta Pirenaica y el PCT: el toldo Cave 2, de Golite, más la lámina de plástico para el suelo y la funda cubre-saco que no se vino a los Pirineos pero tan buen servicio me acabó haciendo en América.

El Cave 2 (sigo sin saber si prefiero decir «el» o «la»… toldo es «el» pero Cave, cueva, es «la»… en fin…) es razonablemente ligero (592 gr. con todos sus cordajes y en su bolsa), está hecho de un silnylon más fuerte que el típico de 30 deniers y sé que, bien tensado, aguanta lo que le caiga pero tendré que soportar el peso moral de esos paneles frontales que apenas llegan al suelo y el de saber que mucho del éxito depende de mí mismo: de cómo y dónde lo instale. Tengo que confiar en mis instrumentos pero también tengo que confiar en mí mismo. Lo primero es siempre un acto de fe (ayudado por la práctica, claro); lo segundo, una responsabilidad que mola tanto como pesa.

Una de las ventajas de un sistema de acampada sin suelo es que justifica llevar una funda de vivac para uso por separado en noches de tiempo estable o cuando apetezca. Será la misma de siempre, Bozeman Mountain Works Vapr Bivy, funda no impermeable (en su mitad superior) y de peso ligero: 205 gr.

Finalmente, como la funda de vivac da poca superficie habitable y su suelo, de silnylon, no es del todo impermeable bajo presión, volveré a llevar la lámina de plástico Polycro. Esperemos que dure todo el viaje. 38 gr.

Dormir

Nada nuevo bajo las estrellas: saco-edredón (que algún día tendré que rellenar con un poco más de pluma) y esterilla recortada a la altura de los hombros.

Ropa

  • Torso

Mantengo el sistema de 5 piezas en 5 capas distintas, todas combinables, para un conjunto muy versátil y que maximiza la relación entre funcionalidad y peso: camiseta, forro polar fino, cortavientos, aislante de pluma e impermeable. Nótese que todas estas piezas son en formato pulóver, más ligero que la versión chaqueta. De todas estas piezas, sólo la capa impermeable lleva capucha.

  • Piernas

4 piezas y una de reserva: un pantalón desmontable, el mismo de los últimos años, que me sigue sirviendo como dos en uno que minimiza, además, el peso en la mochila, sea cual sea la opción de marcha; unas mallas, preferentemente para dormir y para lo que caiga, si hacen falta; un calzoncillo titular y otro reserva; y la falda impermeable, que vuelve a la alineación titular tras dos años de ostracismo. A ver si esta vez me saco alguna foto con ella.

Por cierto: la pareja de calzoncillos también es nueva y me he tenido que ir a América (no fui sólo para eso, se entiende…) para encontrar unos que me gustaran… aquí, todo lo que veía era muy cortito, ajustado o las dos cosas… por fin he encontrado un modelo tipo boxer, holgado y en material sintético, ¡no era tan difícil! pero, por alguna razón, las tiendas de aquí quieren que marquemos paquete… yo me encuentro mucho más cómodo con una prenda no ajustada pero, especialmente, en la larga distancia, donde puedo tener que llevar el mismo calzoncillo durante días, me parece mucho más higiénico y confortable algo que no vaya pegado a la piel.

  • Pies

Dos pares de calcetines deberían bastar pero probablemente lleve tres; cortos, de lana y no muy gruesos.

  • Cabeza

El gorro de ala ancha para el sol y la braga y el gorro de forro polar para el frío. Además, una capucha de aislamiento sintético (Polarguard) para esas noches frías y mi saco sin capucha.

  • Manos

Manoplas aislantes de forro polar (55 gr.) y manoplas impermeables de silnylon (15 gr.). Con esto, voy al fin del mundo alpino por 70 gr. de nada.

Cocinar

Mismo sistema (gas), mismo quemador y una sola novedad: esta vez, compraré una bombona pequeña (125 gr. de gas). Si las cuentas me salen bien, deberé hacerla durar todo el mes; si no salen, ya me apañaré. Los Alpes son un buen sitio para probar esto; es un salto con red.

Mochila

Jamás pensé que la Virga (Granite Gear) me fuera a durar tanto y que seguiría siendo la mochila que más me gusta, después de tanto tiempo. ¿Se va a romper alguna vez? ¡Espero que no durante el viaje!