Gredos Centro-occidental

Ya no sé cómo titular a estas cortas escapadas a Gredos.Centro-occidental o, quizá, Bohoyo - Bohoyo vía circo Caballeros... pero ya se me empieza a hacer el título un poco largo.

Septiembre, aún verano; seco, caluroso pero Gredos sigue siendo hermoso y sorprendentemente solitario.

Circo y laguna de los Caballeros

3 -.4 de septiembre de 2005

Planteamiento: otro reto ultraligero

Después de haber completado la HRP con hasta 6 días de autonomía, se me hacía extraño utilizar de nuevo la misma mochila para un sólo fin de semana de buen tiempo así que, esta vez sí, llevé a la práctica el experimento de intentar meterlo todo en una pequeña mochila de día (25 l.) y ver qué pasaba. Me tuve que esmerar en llevar lo justo pero tampoco quise prescindir de cosas presumiblemente prescindibles (dado que iba a hacer bueno) pero que forman parte de los esenciales, no quería trampear y prefería hacer el experimento lo más real posible.

Era una prueba de volumen más que de peso porque, en realidad, aunque suene ridículo, la mochila esta (Senda de Artiach, 25 l.), pesa ¡más! que la Virga de Granite Gear (unos 50 l.) que suelo llevar habitualmente... pero, claro, no está hecha para pesar poco.

La Senda, de Artiach, cargada para dos días

La lista de material es muy similar a salidas anteriores (HRP incluída) e incluye el remozado Siltoldo con el objetivo de probar las adiciones, aunque sólo sea para ver qué tal queda y hacerle alguna foto... luego resultó que hizo viento de pronóstico reservado por la noche y ¡hubo que probarlo de verdad!

Por lo demás, se trataba de ver qué tal iba todo en un espacio tan exiguo. Cabe pero no resulta muy confortable aunque, en parte, es por el propio diseño de la mochila, que no está pensada para esto. Una vez puesta, se lleva muy bien, no es a eso a lo que me refiero cuando digo que no es confortable sino a lo incómodo de acceder a los contenidos, abrir y cerrar... e intentar apañar de alguna forma el tubo de la botella de agua para que salga por algún sitio sin que la cremallera se abra en dos ella sola. Era una prueba nada más. Obviamente, hay mucho mejores opciones para un fin de semana ultraligero pero, aparte de la Virga, que me resulta ya muy grande para una salida tan corta (quién lo iba a decir...), no las tengo en casa; genial, tengo buenas razones para ¡comprar otra mochila!

La ruta

A grandes rasgos, circular desde y hasta Bohoyo, a través de la parte occidental del macizo central de Gredos. Mi intención es llegar a la laguna de los Caballeros, uno de los "tres circos" de esta hermosa parte de la cordillera y un sitio que, por una u otra razón, nunca he llegado a visitar (salvo una vez, en invierno... pero en invierno todo es diferente).

Desde Bohoyo, alcanzo el cordal hacia el collado de Peones, llego a la cresta principal y la recorro durante un largo trecho hasta la base de los riscos Morenos, desde donde desciendo a la garganta de los Caballeros y completo el corto trecho que me queda hasta el circo y laguna. Idílico sitio para pasar la noche. El domingo, ascenso a la Covacha, que está justo detrás y, con 2395 m., es el pico más alto de la zona y bajada sencilla por la garganta de los Caballeros hasta llegar a la civilización en Navalguijo. Desde ahí, carretera hasta Bohoyo, de tranqui. Ahí van un par de comentarios ilustrados:

Gigantescos hitos en interminable hilera marcan el camino a través de las planas mesetas rumbo al Casquero de los Peones, al fondo, la divisoria de aguas entre Duero y Tajo (curioso, estando ambos ríos tan lejos) y la cresta que da paso a la Vera. A pesar de lo elaborado de los hitos, herencia histórica, el camino es básicamente inexistente... nada importante en las zonas de pradera (lo marrón) pero un pequeño infierno en los piornos (lo verde). El piornal no era demasiado difícil de cruzar pero tras horas y horas atravesando piornales, mis piernas acabaron en penoso estado y mi estabilidad mental, peor. Pero eso vendría después...

 

Hacia el final del día, seguía atrapado entre miles de millones de piornos, avanzando lento, a pesar de mis esfuerzos, hacia ese circo del fondo, mientras el sol iba bajando hacia el horizonte. Se hizo dura la "contra-reloj" por terreno complicado pero los paisajes eran muy bonitos y compensaban el esfuerzo, físico y mental.

 

Amanecer en un circo orientado al este... lástima de cámara cutre, la escena era sublime pero me tendréis que creer. ¿Para cuándo un filtro degradado tamaño lentilla?

 

Vértice geodésico un poco roto en la cima de la Covacha. No muy agradable encontrar esto tan feo en un lugar tan bonito pero qué le vamos a hacer... sirve para apoyar a los que "posan" y que se tengan de pie. Las vistas desde la Covacha son extensas y espectaculares pero ya he aprendido que con la cámara esta tamaño caja de cerillas no merece mucho la pena sacar fotos de panoramas extensos, por muy espectaculares...

 

Cara sur del Juraco desde la Covacha. Subí primero a éste, por error, pensando que era aquella... y preguntándome cómo narices había subido (y bajado) por ahí con esquís hacía un par o tres de inviernos. La escalada no es difícil pero hay que usar las manos y pasar por un sitio o dos con un buen patio. Una vez arriba, vi que, al otro lado del collado que los separaba, había otro pico ligeramente más alto y escandalosamente más fácil (la Covacha, claro). En fin...

 

Uno mete los pies a refrescar en el agua y, atención, la ranita más pequeña del mundo se posa encima. Vamos, ranita, quita de ahí que no sabes dónde te estás posando...

 

Domingo por la tarde, de vuelta a ese sitio.

 

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