Filosofía

"I prefer to hike alone but miss companionship in camp. It is great when you encounter something beautiful to share it w/ someone else. But I find that another person talking keeps me anchored in the other world I'm trying to escape. A good day of hiking is when I don't see anybody. For me hiking is a way to re-connect to the life force, the earth. At a certain point most days I stop & truly realize my very tiny part in this incredible, non-stop ball of life that we are part of. If I am talking to someone this never happens"
AaronT in The Lightweight Backpacker Lite Philosophies and Practices forum

Personalmente, intento que todo lo que hago, vivo y siento sea real; esto aplica, por supuesto, a mi actividad favorita, o una de ellas, la que me ocupa en este espacio. Sentimiento, sensaciones, vivencias... nada de convencionalismos sociales, medallas en solapa o muescas en el piolet. Detrás de todo lo que aquí figura y de todo lo que hago hay, o eso pretendo, toda una filosofía de hacer las cosas; en el fondo, una filosofía de vida, supongo, no siempre de acuerdo con la uniformidad (auto)impuesta, no siempre fácil de llevar a cabo.

Motivación

Los seres humanos estamos aquí para aprender. Es mi convicción que una de las razones de nuestra existencia, si es que tiene sentido de buscar razones, o, por lo menos, una de las motivaciones que encontramos es el aprender cosas, llenar ese inmenso saco sin fondo que es nuestra cabeza de experiencias. El mundo urbano ofrece muchas, quizá demasiadas, quizá demasiado deprisa, quizá demasiado ajenas a nuestra propia naturaleza. Hemos dado la espalda al mundo natural porque ya no nos ofrece nada nuevo, porque "ya nos lo sabemos todo" y, en ese proceso, estamos olvidando lo poco que sabíamos. Por eso, quizá, encuentro un especial placer en volver mi vista a la naturaleza y a todo lo que me ofrece, desde las más pequeñas hasta las más grandes cosas, una fuente interminable de experiencias que puedo ir digiriendo a un ritmo y escala que me son familiares y no traumáticos.
Busco dentro de mí y encuentro ahí mi motivación para acudir a la naturaleza y viajar por ella, intentar fundirme en ella. A pesar de mi herencia netamente urbana, no puedo, a veces (muchas veces), evitar sentir el mundo moderno como algo agresivo, desagradable, feo y dañino, a pesar de que siga siendo mi casa; y la naturaleza como un lugar donde la vida sigue una lógica mucho más cercana, amiga... salvaje, a veces. A pesar de eso, un lugar en el que me gusta pensar como "casa". A veces sucede y la sensación es profunda y hermosa.

Minimalismo

Una actitud muy común al acudir a la naturaleza es llevarnos allí una buena parte de lo que nos rodea en el mundo urbano. Es comprensible, en parte, y no excesivamente dañino dentro de unos límites. No obstante, es mi convicción que cuanto más grandes sean los lazos que mantengamos con el mundo urbano, más limitada será la experiencia natural.

Entiendo el minimalismo, en el contexto del viaje en la naturaleza, como la búsqueda de la simplicidad como medio para evitar barreras entre el mundo natural y yo. Soy consciente de que no las voy a suprimir todas, haría falta, además, una definición concisa de qué supone una barrera artificial y qué no lo es pero, como concepto, aplico el minimalismo en el sentido de llevarme conmigo sólo lo que considero imprescindible. Personalmente, encuentro inaceptable intentar llenar el mundo natural de cachivaches "civilizados" y considero, además, esa tendencia como una de las principales amenazas que el medio ambiente padece. Pero esto es materia de otra discusión.

La experiencia me dice que por mucho que aprecie algo en el mundo urbano, no lo necesito en el medio natural. La experiencia, por si sola, es suficiente (más que suficiente) para llenar mi espíritu y no necesito rellenarlo con elementos que no pertenecen ahí. Un paso más, cuando ya me he dado cuenta de eso, es que esos elementos se me tornan extraños y ahora ya, incluso, molestan. No veo sentido a su presencia ahí.

Ultraligerismo

Consecuencia directa del minimalismo. En realidad, es un aspecto de este último, relacionado más concretamente con la técnica y el material empleados en los viajes en naturaleza. Preferentemente, referido a viajes largos pero aplicable perfectamente a salidas cortas.

Se trata de romper el mito del equipo pesado como sinónimo de fiable y poco menos que imprescindible. Igualmente con el otro mito, el del equipo sobredimensionado. Estos mitos están basados en el miedo y el respeto que la naturaleza nos produce. Vemos el medio natural como algo agresivo de lo que nos tenemos que proteger. Es lógico, habiendo crecido entre paredes de hormigón y habiendo aprendido que lo de "ahí fuera" es un mundo agresivo y duro. Bueno, a veces lo es. Viajar ligero no implica no ir preparado, pero sí implica una reflexión profunda sobre nuestras necesidades y cómo cubrirlas. E implica, muy importante, recordar algo importante: el objetivo, la razón final por la que acudimos a la naturaleza: si esta es intentar sentirnos parte de ella, lo conseguiremos en mayor medida cuánto más ligero sea nuestro equipo. Difícilmente vamos a tener una experiencia muy natural cargados con toneladas de cosas.

Las técnicas para viajar ligero son especialmente importantes en el viaje autónomo, sin contacto con civilización por un periodo relativamente largo, pero aplican igualmente a una pequeña excursión de un día. Las ventajas son las mismas, cualitativamente (aunque no cuantitativamente). La diferencia principal es que nadie se molesta en realizar la reflexión y análisis necesarios (necesidades y soluciones) hasta que realmente hace falta. Y, en nuestro hipercivilizado mundo donde la naturaleza resulta ya tan accesible, rara vez hace falta. Consecuencia: poca gente hace este pequeño ejercicio.

El ejercicio es pequeño pero de larga duración. El ultraligerismo es toda una disciplina y algo en lo que (como en todo, en el fondo) siempre hay aún mucho que aprender. Hace falta mucha experiencia (y, normalmente, algún que otro mamporro; como es habitual en la vida, también) para aprender.

Hazlo tú mismo

Nuevamente nos ponemos "rebeldes" pero es que no nos dejan en paz... no me voy a extender sobre la vida moderna y todo lo que implica el trabajo en cadena, la excesiva atomización de tareas y el alienamiento inherente a tanto despropósito en una sociedad que favorece al modelo económico sobre el ser humano pero es un tema que afecta de lleno a nuestra relación con el mundo natural. Habitualmente, no tenemos ni el tiempo ni (o eso creemos) la capacidad de crear nuestros propios útiles, pero sí tenemos el dinero para comprarlos hechos. Esto aplica intensamente al material de aire libre porque quién se atrevería a salir "ahí fuera" sin un material fiable... las compañias que fabrican este tipo de material ya se encargan de recordárnoslo, echando mano de ese miedo que tenemos al mundo exterior y convenciéndonos de que sólo con su producto saldremos adelante.

Sin embargo, haciendo un análisis en profundidad de nuestras necesidades y la oferta disponible para cubrirlas no es difícil encontrar lagunas. ¿Diseñar y fabricar nuestro propio equipo? y ¿por qué no?. Hay cosas fáciles, otras más difíciles; unas estarán más al alcance de unos, otras de otros pero, en definitiva, lo que quiero decir es que no es nada descabellado. Ni mucho menos.

Pero ¿voy a conseguir yo, un alguien cualquiera, fabricar algo mejor que la marca X, que lleva nosecuántos años haciéndolo?. Pues ¡quizá!. Por lo pronto, nadie como uno mismo para conocer las necesidades propias. Tened por seguro que ningún diseñador las va a saber mejor, por mucha experiencia que tenga. Por otro lado, hay muchos condicionantes a la hora de diseñar y fabricar material de aire libre, como a la hora de fabricar cualquier otra cosa en un modelo capitalista, que no tienen que ver con el cumplimiento óptimo de la función para la que está ideado el producto: producción en serie (igual para todos), beneficio económico (no criticable, nadie vive del aire). Y, si el producto es manifiestamente mejorable o no del todo satisfactorio ya se encarga la publicidad de hacernos ver lo contrario. Cuántas veces habremos pensado que esa cremallera estaría mucho mejor en el otro lado, que ese velcro molesta más que ayuda o que ese color es horrible... sin embargo, nos los tragamos porque es lo que hay. O, directamente, acabamos haciéndonos con una pieza de material que ni es lo que queremos ni cubre bien nuestras necesidades pero es lo que más se aproxima... nada difícil en cuanto nos salimos unos centímetros de lo que hace todo el mundo.

Diseñar y fabricar material propio es no sólo posible y, a veces, incluso fácil (mucho más fácil de lo que parece), sino además altamente satisfactorio, especialmente en el contexto ese que mencionaba antes de alienación social. Salir ahí fuera con algo que has hecho tú mismo, usarlo y ver que funciona produce una sensación genial y yo diría que incluso contribuye a acercarle a uno un poco más a la naturaleza, un paso más en la búsqueda de esa conexión con el mundo natural.

Preguntas más frecuentes

"You're stepping out, ignoring what society says you're SUPPOSED to do, and that scares them. Seriously, they will NEVER understand us."
Jackie McDonnel en Yogi's PCT handbook.

La mayoría de las preguntas que recibimos de quienes se interesan por lo que hacemos vienen de gente como la que describe Yogi en su guía. Quien sí comprende lo que hacemos, aunque sea vagamente, pregunta otras cosas.

A veces, cuando las cosas se tuercen y uno afronta situaciones difíciles, surgen dudas y preguntas y es un buen ejercicio haber pensado en todo ello desde la comodidad de la civilización y recordar las conclusiones para autocontestarnos cuando la situación lo requiera.

Esta sección incluirá, por tanto, las preguntas más frecuentes que nos hace la gente… y las que nos hacemos nosotros mismos. Estarán listas... ¡pronto! (espero...).